En la clase de marketing estuvimos una sesión viendo una película, "The Joneses" nos ayuda a la reflexión y nos cuenta como una familia idónea formada por 4 tipos de vendedores se juntan en un barrio para hacerse pasar por una familia y causar una gran aceptación debido a los altos lujos que llevan en el día a día. Al ser una familia idónea todos quieren tener en su entorno a gente de este tipo y vivir de la misma manera que ellos.
La familia se integra en un barrio de alto nivel adquisitivo para causar mayor impresión y hacer que los vecinos logren comprar los artículos que llevan. No todo es positivo, ya que pueden descubrir la verdadera identidad de los miembros de la familia y causar a los clientes que entren en quiebra y no puedan pagar ni las facturas y pueda pasar alguna catástrofe. Su misión es competir entre ellos para causar una mayor cantidad de ventas para la empresa para la cual están trabajando en ese momento y superarse el uno al otro. Si la “familia” no cuaja o no llega a la cantidad de ventas solicitada, ha de cambiar para que no pierda la empresa.
La película es un tanto peculiar ya que trata del marketing y no hay muchas asi. Critica los límites del consumismo que tenemos en esta sociedad.
Vivimos atacados por una gran cantidad de publicidad comercial para comprar los productos. Compramos más allá de lo que necesitamos y la obsolescencia programada puede llegar a hacerse más corta e incluso ni llegar a tenerla porque compramos productos antes de que se estropeen, sin necesitarlos. Muchas veces se compra por vicio o por moda.
En la película nos enseñan a que la gente no compraba productos, compraba modelos de vida. Nos damos cuenta por eso en el momento en el que la familia de los vecinos, quiere parecerse más allá de los Jones, y vivir así es perder tu personalidad, aunque conforme vivía esa familia era como un modelo de felicidad absoluta. La familia al solo dedicarse a vender productos, se hizo rápidamente conocida en todo el barrio o suburbio de Estados Unidos y lograr hacer que las demás personas compraran todo aquellos que ellos llevaban en su día a día.
Usan un marketing diferente, para simplemente vender modelos de vida “perfectos” pero no son reales. Según mi opinión personal, no es un marketing ético, pero así es como muchas veces actuamos frente a momentos de la vida en el que nos dejamos influir por lo que llevan los famosos o gente con un modelo de vida superior al nuestro. No podemos cambiar un estilo de vida por dinero. La felicidad no se compra, hay que trabajarla diariamente.