Ya sabéis que el profesorado insistimos mucho en el tema del saber ser o saber estar. En la importancia que damos a la hora de valorar determinadas competencias personales básicas para la vida profesional y personal.
No se puede ser un buen profesional si no tenemos en cuenta en nuestro día a día la puntualidad y la asistencia, justificando siempre convenientemente las ausencias; la actitud en el trabajo, el respeto, las buenas maneras a la hora de pedir algo, quejarse o sugerir cambios; la buena presencia (física y mental) durante la jornada laboral o lectiva y el necesario compañerismo para trabajar en un buen ambiente pese a los problemas o dificultades que siempre surgen.
Es por ello que uno o dos exámenes no son más importantes que todas estas competencias. Se puede ser muy bueno memorizando un tema, pero no tanto respetando al compañero o cumpliendo unas normas básicas, o viceversa.
Debemos tener claro que en cualquier puesto de trabajo van a considerar más nuestra personalidad, nuestro saber ser o saber estar, que cualquier otro conocimiento técnico que podamos demostrar.
Mucho ánimo en esta nueva segunda evaluación. Y perdón por el discurso...
¡Gracias Óscar por recordarnos lo importante!: saber ser y saber estar, en todas las facetas de la vida, profesional y personal.
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